2 Min de lectura | La fractura y la fisura no son sinónimos, si bien tienen la posibilidad de compartir ciertos síntomas, el diagnóstico e incluso el régimen. ¿De qué forma podemos distinguirlos?

Para distinguirlas con propiedad, afirmaremos que una fisura ósea es una fractura de hueso incompleta. Se identifica por no existir una separación de los bordes, ni haber ningún fragmento óseo. Podríamos decir que es como una herida o grieta que se produce en el hueso.

Por su parte, la fractura se produce cuando el hueso se ha roto completamente produciendo discontinuidad entre los dos extremos de éste.

Índice
  1. ¿Por qué suelen generarse?
  2. Síntomas recurrentes en las fracturas y grietas
  3. Diagnóstico y pruebas
  4. ¿Cuál es el tratamiento?

¿Por qué suelen generarse?

Comunmente están provocadas por un traumatismo, más allá de que a veces pueden estar producidas por la sobrecarga reiterada del hueso. En este caso hablamos a ellas como fractura por fatiga o agobio.

Síntomas recurrentes en las fracturas y grietas

Tanto la fisura como la fractura generan:

  • Extremidad o articulación claramente fuera de rincón o deformada.
  • Hinchazón, hematoma o sangrado.
  • Mal intenso.
  • Entumecimiento y hormigueo.
  • Si la fractura es abierta, herida en la piel con el hueso que se destaca.
  • Movimiento limitado o incapacidad para desplazar una extremidad.

Diagnóstico y pruebas

La prueba diagnóstica por excelencia en las dos será la radiografía. En ciertos casos muy concretos puede precisarse el TAC o la RNM para terminar de estudiar mejor la lesión.

¿Cuál es el tratamiento?

Esencialmente tenemos dos opciones de régimen para los dos casos:

  • Régimen ortopédico. Habitualmente inmovilización con yeso hasta que están consolidadas (sólida) y más tarde rehabilitación para recobrar el hueso y las articulaciones perjudicadas.
  • Tratamiento quirúrgico. En fracturas desplazadas o cuya inmovilización con yeso es imposible o insuficiente (por poner un ejemplo, fracturas de cadera). Lo que procuramos con la cirugía es dejar los huesos fracturados en una situación como la que tenían antes de la fractura y para mantener esa reducción utilizamos placas, tornillos, etc. Además, interesa una estabilidad que permita iniciar la rehabilitación inmediata o lo antes posible.

Lo que has de saber…

  • La fisura ósea es una fractura de hueso incompleta. Podríamos decir que es como una herida o grieta que se genera en el hueso.
  • La fractura, por su parte, es en el momento en que el hueso se ha roto completamente produciendo discontinuidad entre los dos extremos de este.
  • Para tratarlo, se opta por inmovilizar el hueso con yeso y después realizar rehabilitación. O, si es imposible esta opción (cadera, por poner un ejemplo), o hablamos de fracturas alejadas, se recurre a la cirugía.