COVID-19 en niños
COVID-19 en niños
Relativamente existen pocos casos confirmados de COVID-19 en niños, la mayoría leves. No se dispone de pruebas que permitan vincular este grupo de edad con la presentación de síntomas más graves de la COVID-19.
En este sentido se realiza un estudio que incluye a 345 niños con COVID-19 confirmada en el laboratorio y de los que se dispone de información completa sobre enfermedades subyacentes; el 23% de la muestra presenta una enfermedad, las más frecuentes neumopatías crónicas (entre ellas, asma), enfermedades cardiovasculares e inmunodepresión.
No obstante, grupos de niños y adolescentes en Europa, en Norteamérica ingresan en unidades de cuidados intensivos. Presentan un cuadro inflamatorio multisistémico de características similares a la enfermedad de Kawasaki y al síndrome de choque tóxico.
En los informes de casos y las series pequeñas registradas se han descrito cuadros clínicos agudos acompañados de un síndrome hiper inflamatorio que evoluciona a insuficiencia multiorgánica y choque. Las hipótesis iniciales, basadas en los resultados de pruebas iniciales realizadas en el laboratorio, apuntan a que este síndrome puede estar relacionado con la COVID-19. Los niños han sido tratados con antiinflamatorios, incluidos corticoides e inmunoglobulinas por vía parenteral.
Datos del COVID-19 en niños.
Los casos pediátricos son menos frecuentes que en adultos y con sintomatología más leve. El cuadro clínico varía desde un cuadro leve y de vías respiratorias altas con uno o más de los siguientes síntomas: disnea, tos o dolor de garganta y/o fiebre hasta un cuadro de neumonía grave con sepsis.
Sin embargo se recomienda realizar pruebas para los siguientes casos:
- Factores de riesgo de mala evolución.
- Fiebre o clínica respiratoria que precisen ingreso hospitalario por criterio clínico.
- Evidencia radiológica de neumonía, aunque se plantee el manejo ambulatorio.
- Neonatos con fiebre.
- En el momento actual el Ministerio de Sanidad recomienda realizar PCR a todo paciente sospechoso con independencia de la gravedad, tanto en Atención Primaria como hospitalaria, para realizar identificación y correcto aislamiento de todos los casos.
- No se han descrito alteraciones analíticas y radiografías específicas en población infantil afectada por COVID-19. En relación con otras enfermedades virales causantes de infecciones respiratorias agudas, las alteraciones que se han descrito más frecuentemente.
- En el momento actual la OMS recomienda la atención domiciliaria de todos los pacientes con infección no complicada. Hay que asegurarse de que las condiciones familiares lo permiten, proporcionar instrucciones claras por escrito de los cuidados y sobre la actuación en caso de empeoramiento
- Se debe contemplar la posibilidad de que el familiar u otro acompañante autorizado por los padres o tutor legal del menor ingrese junto a él, aunque no tenga criterios para el ingreso. Sería recomendable una sola persona, siempre la misma, que debería en todo momento cumplir las medidas de aislamiento recomendadas. Si alguno de los familiares o acompañantes padece la infección podrá valorarse su ingreso junto al menor.
Manifestaciones del COVID-19 en niños.
Infección no complicada: Los pacientes con infección viral no complicada del tracto respiratorio superior pueden presentar síntomas inespecíficos, como fiebre, tos, dolor de garganta, congestión nasal, malestar general, cefalea o dolor muscular. No existen signos de deshidratación, sepsis o dificultad respiratoria.
Shock séptico: Cualquier hipotensión (PAS 2 DE por debajo de lo normal para la edad) o 2-3 de los siguientes: estado mental alterado; taquicardia o bradicardia (FC <90 lpm o >160 lpm en lactantes y FC <70 lpm o > 50 lpm en niños); relleno capilar lento (>2 segundos) o vasodilatación caliente con pulsos conservados; taquipnea; piel moteada o erupción petequial o purp rica; lactato aumentado, oliguria, hipertermia o hipotermia.
Tratamiento.
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- No existe actualmente evidencia procedente de ensayos clínicos controlados para recomendar un tratamiento.
- Existen diferentes ensayos clínicos en marcha, pero aún faltan sus resultados. La gravedad de la infección es variable, desde formas asintomáticas, infecciones de vías respiratorias altas, y neumonías graves, si bien es llamativo por las publicaciones reportadas hasta la actualidad la escasa afectación de niños y adolescentes en esta pandemia.
- No existe actualmente evidencia procedente de ensayos clínicos controlados para recomendar un tratamiento específico para el coronavirus SARS-CoV-2 en pacientes con sospecha o confirmación de COVID-19.
- Los tratamientos con medicamentos en investigación deberían ser administrados sólo en el contexto de ensayos clínicos aprobados o en el marco del uso de medicamentos en situaciones especiales, con estricta monitorización clínica.
La hidroxicloroquina en niños.
Se planteará en los supuestos recogidos anteriormente. En este momento su eficacia en adultos está cuestionada y en evaluación, si bien no existen estudios en niños. Se recomienda mantener su uso dentro de ensayos clínicos. No está establecida dosis en el caso de infección por SARS-CoV-2. Inicialmente tratar durante 5 días, en casos graves 7 días (máxima duración 10 días). Para alcanzar lo antes posible concentraciones terapéuticas se aconseja administrar una dosis de carga en todos los casos. Por ello, y para no aumentar toxicidad se considera adecuado emplear la misma dosis por kg de peso en todos los tramos de edad. Si se mantiene más de 5 días, monitorizar ECG.
Criterios usados en hospitalización.
- Edad menor de 1 mes con fiebre (descartar otras posibles causas).
- Edad 1- 3 meses: se valorará según criterios clínicos.
- La fiebre sin foco se evaluará como habitualmente en este grupo de edad.
- Valorar cuidadosamente a los menores de 1 año.
- La mayor gravedad descrita está en este grupo de edad.
- Se valorará de forma individualizada la posibilidad de manejo ambulatorio en aquellos pacientes que cumplan criterios de infección no complicada.
- Hipoxemia (satO2 < 92%) o dificultad respiratoria moderada/grave que no mejora tras tratamiento broncodilatador.
- Valorar ingreso en neumonías de aspecto viral, sobre todo bilaterales y con fiebre persistente, especialmente con linfopenia, a pesar de buen estado general. - Mal estado general, letargia.
- Rechazo de la alimentación.
- Episodios de apnea.
- Se recomienda realización de analítica sanguínea (hemograma, coagulación, gasometría venosa, bioquímica con LDH, PCR y PCT) y radiografía de tórax (idealmente, portátil) en aquellos pacientes que precisen ingreso.
- Considerar la utilidad de la ecografía torácica si está disponible y hay personal entrenado.
- Un único familiar u otro acompañante autorizado por los padres deberá permanecer en todo el momento junto con el paciente cumpliendo con las medidas de aislamiento recomendadas (mascarilla quirúrgica, bata y lavado de manos frecuente). Se recomienda que el acompañante sea siempre el mismo.
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Busca más información en:
https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S169540332030076X
https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/32658850/
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