Chequeo médico a pequeños antes de la vuelta al cole: ¿Es importante?
De año en año, con la vuelta al cole, nos centramos en tener listos todos y cada uno de los libros, el material escolar y la ropa… Pero nos olvidamos de lo más esencial: la salud de nuestros hijos. Si le preguntamos a los pediatras, nos dirán que un examen médico antes de volver a las salas en el mes de septiembre es la mejor forma de detectar los problemas médicos que pueden repercutir en el desempeño académico de los pequeños.
Es más, el médico no solo va a tener una visión general de la salud física de los pequeños. Aun puede advertir si padece algún inconveniente mental o social.
Las revisiones a tener en consideración durante la etapa escolar
No se trata de realizar un reconocimiento en profundidad, sino de comprobar ciertos puntos básicos:
1. La vista
Estudiar supone un esfuerzo para la vista. Además, no sería la primera vez que un alumno va mal en clase pues no lee lo que el profesor escribe en la pizarra. Con una rápida revisión es posible comprobar si los alumnos necesitan lentes.
Normalmente, los chequeos médicos a pequeños tienen dentro esta prueba en el momento en que tienen mucho más de 5 años, pero si hay antecedentes familiares de inconvenientes en la visión puede adelantarse. Las dos patologías más habituales entre los pequeños son la miopía y el astigmatismo.
2. La espalda
Los problemas de espalda son más usuales en los niños de lo que pensamos. Aunque hay mochilas con ruedas, en muchos centros están prohibidas. Además de esto, los médicos no las recomiendan por el hecho de que se fuerza la postura de la espalda. Por consiguiente, los niños prosiguen utilizando las mochilas de siempre y en todo momento y, como siempre y en todo momento ocurrió, llevan un peso elevado.
Lo recomendable es que los institucionales no carguen con un peso superior al 10% del de su cuerpo. Esto quiere decir que, si un niño pesa 40 kilos, la mochila que transporta en su espalda no debería sobrepasar los 4 kilos.
Y en el momento en que estén sentados aprendiendo o realizando los deberes, nuestro deber como progenitores es corregirles la posición para eludir que sufran escoliosis.
3. Los oídos
La audición también debe controlarse, ya que de este sentido es dependiente la aptitud de aprendizaje de los niños. En los pequeños más pequeños son frecuentes las otitis, conque es conveniente tener dominada esta infección.
4. El peso
La relación entre la talla y el peso de los pequeños tienen la posibilidad de darnos un concepto de si están construyendo correctamente y de si están en el peso ideal. Es primordial supervisar su alimentación, incluso aunque los pequeños se queden a comer en el colegio.
Nunca está de sobra recordar la importancia de que los niños vayan al cole tras haberse tomado un buen desayuno, que las comidas primordiales sean equilibradas y que las meriendas sean saludables. Si usted cuenta con inquietudes sobre el género de alimentos más correcto para la edad de su hijo, el pediatra le orientará.
5. La dentadura
En el examen médico a niños no debe faltar tampoco un examen anual odontológico. Además de detectar probables caries, se controla que no existan otro tipo de problemas dentales.
6. Las vacunas
En ciertos países no se permite acudir al colegio a los niños que no tengan su cartilla de vacunación cada día. En España es nuestro centro de salud el que se encarga de avisar a las familias en el momento en que a los niños les toca vacunarse, pero no está de sobra revisar cada año que los niños están al día de sus vacunas.
El calendario de vacunación puede variar en función de cada Red social Autónoma, pero en la página del Ministerio de Sanidad puede hallar el calendario común de vacunación que funciona en todo el país.
Vigile asimismo…
Además del examen médico a pequeños antes de la vuelta al cole, los padres deberían investigar las cabezas de sus hijos para descartar que tengan piojos. No hay comienzo de año escolar sin una circular señalando la existencia de pediculosis en el colegio.
Importante también supervisar las horas de sueño de sus hijos. Lo ideal es empezar a adaptar nuevamente sus horarios a la rutina cuando menos una semana antes que empiecen las clases.
Para que logren rendir bien, los pequeños deben dormir por lo menos 8 horas, pero si son pequeños el tiempo debería ampliarse hasta las 10 o las 12 horas.
Fuentes
Guiainfantil.com, consultado el 16 de agosto de 2020
Quirón Salud, consultado el 16 de agosto de 2020
Clínica del Pilar, consultado el 16 de agosto de 2020
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Es esencial tener en consideración que esta información es solo para objetivos de información general. No forma un consejo personal o una recomendación para nadie o compañía de ningún producto o servicio.
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